La Justicia tiene un impacto directo en la gobernabilidad democrática de los países, asegurando no solo la estabilidad política y legitimidad gubernamental, sino también impulsando el desarrollo económico y social de los ciudadanos.
Democracia, Gobernabilidad y Justicia
No se puede entender la democracia, sin el principio básico de la igualdad de todos frente a la ley. Un principio que quedó reconocido en todas las constituciones de la era moderna, y que parte de la Constitución de los Estados Unidos (1776) y las doctrinas de la Revolución Francesa ( 1789) que llamaban a la fraternidad, la igualdad y la legalidad.
El principal rasgo de la democracia es el principio de igualdad entre todos los individuos. Igualdad que les asegura sus derechos frente a los demás y el propio Estado, y su inalienable derecho de participar en la vida pública, por medio de votar y ser votado. En la actualidad esa igualdad le permite participar en la vida pública desde la organización ciudadana, sin un puesto de elección o representación gubernamental.
La democracia atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía representado por sus instituciones públicas y privadas. La participación directa o indirecta del pueblo, a través de sus organismo, le confieren legitimidad no solo a los representantes electos y designados, sino también a las diferentes formas de representación social. Toda democracia, entendida como una comunidad organizada en forma de gobierno en donde sus miembros son libres e iguales. La igualdad se convierte en ese requisito imprescindible para su propia existencia. Cuando la ley y sobre todo su aplicación al caso concreto (resolución jurisdiccional) no trata en igualdad a todos los individuos de una sociedad entonces no se puede hablar de democracia en el sentido estricto.
Por otro lado, la democracia participativa se refiere al modelo político que permite a los ciudadanos asociarse y organizarse para opinar y ejercer influencia en las decisiones y políticas públicas. En este marco aparecen las teorías de gobernabilidad democrática, sustentadas en el individualismo y los derechos del individuo libre de expresarse, organizarse e influir en la cosa pública (gobierno).
Los Principios de Gobernabilidad
En la región Iberoamericana, no todos los países tienen el mismo acceso a la justicia como lo muestran los múltiples estudios sobre el tema. Tanto las naciones menos desarrolladas, por orografía, idioma, pobreza, género, origen étnico, educación; hasta en los países más desarrollados, en donde las tasas judiciales discriminan a los mas pobres de la sociedad. Existen muchas colectividades que social, política y legalmente se encuentran discriminadas, rompiendo el principio básico de igualdad ante la ley. Es precisamente la labor del juzgador la de asegurarse de que la impartición de justicia sea justa e igualitaria, dándole a las partes un trato igual o compensando las diferencias. La creación del Poder Judicial fue concebida, no solo como un ente del Estado para dirimir controversias entre los actores sociales, sino también como un garante de protección frente a los abusos de poder del Estado. Un mecanismo en donde el individuo puede defenderse inclusive frente al propio Estado. Sin embargo, en Iberoamérica, y particularmente en América Latina, la sociedad manifiesta una falta de credibilidad en los sistemas de impartición de justicia. La pobre percepción pública sobre su desempeño e imparcialidad daña severamente la legitimidad de las instituciones encargadas de administrar justicia.
La Importancia de la Justicia en la Gobernabilidad
La Gobernabilidad se entiende como el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía (RAE). Destaca la función de gestor de un frágil y complejo equilibrio en la relación entre gobernantes y gobernados (Bobbio y Matteucci, 1998). Sobre gobernabilidad Kaufman en el 2003, publicó los requisitos necesarios para la gobernabilidad, entre los cuales el Estado de Derecho y la eficacia del sistema de impartición de justicia, juegan un papel fundamental
Kaufman (2003) desde el Banco Mundial, incluía las siguientes características:
(1) voz y rendición de cuentas externa
(2) estabilidad política y ausencia de violencia, crimen y terrorismo
(3) efectividad del gobierno (incluyendo calidad de la formulación de políticas, burocracia y prestación de servicios públicos)
(4) ausencia de carga regulatoria;
(5) calidad del estado de derecho (protección de derechos de la propiedad, independencia judicial)
Los sistemas judiciales deben ser una de las piedras angulares en la gobernabilidad democrática ya que influyen en varias de los pilares que constituyen un régimen democrático como explica Kaufman. La gobernabilidad acaba impactando la estabilidad y el desarrollo económico.
Este autor sostiene que para el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática, la justicia y el empoderamiento de la sociedad civil, se requería de una segunda fase enfocada al sistema judicial. Señalando que se debía trabajar con la enorme diferencia, desempeño y vulnerabilidad de las instituciones legales y judiciales entro los países emergentes. Llamando a un proceso de reforma judicial a nivel global que tuvo poco eco institucional.
Sin embargo, sus principios sobre la gobernabilidad sí fueron adoptados en innumerables países. Hoy se clasifican los regímenes políticos según estos principios. En el nuevo modelo el sector privado y la sociedad civil juegan un papel clave en la justicia y la gobernabilidad democrática, por eso la importancia de impulsar sistemas de transparencia y rendición de cuentas, así como el empoderamiento de la sociedad civil en la formulación y evaluación de las políticas públicas. Pero sobre todo asegurar un Estado de Derecho y respeto a los Derechos Humanos
Extracto del Libro: Jiménez San Vicente, Armando. (2022) Los Sistemas Judiciales en Iberoamérica: Una Reforma Pendiente. STMBA- Instituto para la Gobernabilidad y la Gestión Pública. Madrid.